söndag 8 februari 2009

Renegado

He vivido en este reino que tampoco es el mío
muchos más años
de los que vivió el maestro
y no me han subido al Gólgota
aún los soldados de la bestia
como lo han hecho ya con muchos
de los adeptos de aquél
y de simples curiosos como yó
intrigados nada más por la retórica
del verbo que se hizo carne y viceversa

Tantos se dejan atrapar
mansamente
como hizo el maestro
y replican valientemente y sabia,
sin exabruptos
a los jueces
antes de cargar su propia cruz
hacia el suplicio
y perdonar a los torturadores

En cambio yó
hice todo lo posible por escapar.
En los retenes militares
renegué de conocerle para poder pasar al otro lado.
Me libré de la cruz y los tormentos
y los lanzazos en los costados
de los escupitajos en pleno rostro
de la soberbia de la policía
de los lúgubres calabozos

Mas demasiado se sabe que en tales lides
no existe ”vuelta atrás”
así que
los que una vez anduvieron en las prédicas
quedaron para siempre maculados,
aunque se arrepientan
aunque traicionen
aunque se postren de hinojos
aunque renieguen, abjuren y vuelvan a jurar,
aunque se presten a una paz de mentiras,
nada les redimirá jamás
ante el enemigo...

Sé que tarde o temprano vendrán
los crucificadores
a por mí, definitivamente,
no atenderán de mis reniegos
me impondrán la cruz de la que tantas veces he escapado,
me llevarán al Gólgota irremisiblemente
despúes de las torturas
y que me haya besado el Judas más cercano

Sea! Aquí os espero!
Haré un supremo esfuerzo.
Acudiré al auxilio de los dioses
a que me den la fuerza necesaria
para esta vez no escapar y evitaros!

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