fredag 20 februari 2009

Breve esbozo para la balada de Eduardo Carvajal

Alternando la trascencencia vital
de la totalidad de los asuntos
a don Eduardo Carvajal
le pareció presunto
propio de la estética
respecto
de la estructura poética
que el cerebro le invadía,
enlazadas como polimerías
de una plástica infrecuente
en cadenas de letanías;
los versos acaso
dibujasen en la mente
un mantram inaudito
que así condescendiente
con el devenir de la leyenda
y la validez del mito
o la razón del que ha filosofado
las tesis de aquel que descifró el mensaje
que Espartaco al mundo
había revelado.

Bullía en su acervo el viejo lobo
que fue obrero del pan, marinero
boxeador, hijo de minero
y es hoy discípulo probo
del que evocó la alborada
con "Veinte poemas de amor
y una canción desesperada" (Neruda)
Advertile a Carvajal
que antes el hijo de Colombia
médico internacionalista
de verso insurgente,
en Guazapa mitigaba el dolor
con su mano hipocrática al combatiente herido
con letanías eróticas de afilada arista
que desde antes había acrisolado
en el fondo de su alma
de cirujano y artista

Y advertí a Eduardo Carvajal
obrero del pan, marinero, boxeador
poeta y cristiano sin comillas
que fue el cantautor auténtico juglar
no el de la plástica de greda
no el escribidor de tablas de arcilla
no la poetisa de los pájaros de seda
quien construyendo letanías por jugar
“prefería un buen polvo a una polvareda” ( Serrat)

Inga kommentarer:

Skicka en kommentar