Violetas tímidas
descubro
en las promesas que me has hecho
Llegan a mi oído
casi extraviadas
a la deriva,
como pétalos sutiles
agitados por el viento
Atenúan sin embargo
el eco del abismo
que me hace prisionero
Y ese minúsculo destello
que brilla en tus pupilas
cuando me miras de frente
me ha de llevar, presumo
más allá de los muros
de este laberinto
por hoy, infranqueable
Que si eso es así
ya libre de cadenas
haré un lecho vegetal al final de esta jornada
junto al líquido ámbar de un arrollo
cerca del mar
Adonde sople brisa del océano
para restañar mis sentidos
en la cima
de tus vastas regiones montañosas
Saciaré la sed en el manantial
más cristalino que me ofrezcas
Llegaré a tu huerto a escanciar
de el vino y la miel:
que me prometiste
esa tarde de junio
que no te detuviste a medir
las consecuencias
de una promesa hecha a la ligera.
måndag 23 februari 2009
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