tisdag 3 februari 2009

Los quizá del adiós de Catalina Leitez

(Catalina Leitez retorna de Suecia a Uruguay)

…Es que ya te has saciado de recorrer el mundo, Catalina Leitez?
para que nos sorprendas con la noticia
que regresas al cobijo de tu patria
a buscar otra vez aquel horizonte
cercenado por Cuchilla Grande,
vigilado por la serranía de Las Animas,
recorrido por el Río Negro.
Geografía dibujada por el de la Plata.
Territorios amamantados
por los afluentes del gran Uruguay

Hasta los márgenes del polo norte
llegaste transformada.
Incansable peregrina
buscando la paz desde el sur profundo
convertida en nómada
sólo porque se exigió justicia
para las Américas,
porque se denunció el crímen
de los que levantan palacios
con el hambre de los obreros,
porque se repudió el fuero militar
trastocado en asesino

Sólo porque tenías amigos comunistas
sufrieron persecusión tus hijos
por donde quiera que fueron

Y ahora,
quizás porque te has dado cuenta
que en todo el mundo matan a los hombres
justos como Olof Palme,
regresas

O talvez porque te das cuenta
que la lucha del pueblo obligó
a concentrarse a los milicos en sus cuarteles,
y piensas que al fin y al cabo
es un pequeño paso adelante,
te regresas.

Quizá porque extrañas demasiado
la playa de Los Pocitos
o La Atlántida
o Punta del Este,
famosa desde la visita del Che Guevara,
o los hermosos gajos de la vid en Canelones;
Quizás porque añoras Montevideo


Quién podría saber los motivos verdaderos
que te llevan de nuevo a la patria?
Es posible que sea alguna renovada compasión
por el vacío que dejaron en la tierra los Charrúas
los Guaraníes,
los Chanás, los Guayanás,
para que pudieran caber
sobre las riberas del río Uruguay
españoles, portugueses
italianos, alemanes…
la depredación del vientre
de la madre tierra

O puede ser que
habiendo llegado
hasta los confines del mundo
recorriéndolo como lo hizo
Diógenes Laercio,
en busca de la justicia
con una luz en la mano;
y quizá
al revelarse en la práctica
la inutilidad de esa búsqueda;
te has dado cuenta
que la justicia no se busca;
se construye…

A tal grado
que he llegado a sospechar
que tú, Catalina Leitez
viuda de Guerra,
quizá
regresas a la patria
a que recuerden
los que quieran oír, que un buen día
por fin será echado a andar
de una vez y para siempre, el sueño
que soñó José Gervacio Artigas
y que volvió a soñar Raúl Sendic
para todas las gentes
de aquí y más allá de las riberas
del río Negro, del gran Uruguay
y de más allá
incluso, del Río de la Plata.

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