måndag 23 februari 2009

El indio evoca a su madre

Esa mujer que nunca dejó de asombrarme
cuando existió
por sus capacidades inmensas
al parecer inextinguibles

Antes había sido borrada
la lengua de su pueblo
con fierros candentes
de la faz de la tierra

Se llamó como se llamó
y escogió su propio nombre
no por otra razón
sino porque
le era agradable al oído

Se añadió el "Jaguar hembra"
porque la constelación del jaguar
le señalaba el camino a seguir

Fue mi madre esa mujer
no porque me haya parido a mí
sino porque quiso serlo
y porque nunca pudo
ignorar las bocas hambrientas
de los menesterosos

Era igual que las mujeres de mi patria,
sus hermanas,
madres de todos los hijos
para que pudiera haber
hijos de todas las madres
Unica forma de la verdadera paz

Para el patrón
esa mujer fue la bruja de siempre
pues extrañamente
por dura que fuera la crisis
por mísero el salario,
furiosos los elementos
o cruentos los combates en las calles;
jamás dejó de llevar
un mendrugo de pan
a la boca de sus hijos,
ni en las noches más oscuras
dejó de encender un rayo de luz...

Hasta que dejó este mundo
como lo dejan los indios
sin llegar a conocer
el sustrato donde se afinca
la raíz de todas sus desgracias

Mas yo le sobreviví
y el tonali me llevó a la ciudad,
por eso a su memoria
hoy puedo decir:

Conocí la madriguera
donde echa raíz el látigo
que se cebó en tus espaldas
y en la mía;
donde se ceba la sanguijuela
que se chupó la sangre
de tus ancestros, la tuya
y la mía

Dicen de la megápolis,
que es más sagrada que México Tenochtitlán
que Beijín, que La Meca
Que Delhí, que Luxor,
que Jerusalén

Dicen que vienen del rebaño
elegido de Dios

Mas yo digo a tu memoria
después de todo lo visto y vivido:
tal como siempre lo sospechaste
jamás hubo ciudad alguna
más sagrada
ni más antigua
que las hojas de las palmeras
o que la fronda de los helechos;
y todos, hombres y mujeres del mundo
sin apartar a nadie
somos sin excepción alguna
hijos de la madre tierra

Toda criatura es
así mismo
sin descartar ni a las bacterias,
rama de una sola raíz

Supe eso, conocí, lo confirmo
y en tu nombre
que lo sepan también los indios
todos
hoy que es el nuevo siglo
y en los escaparates de los mercaderes
se encienden esas luces otra vez
que llaman la Navidad!

Inga kommentarer:

Skicka en kommentar