tisdag 3 mars 2009

Mutilados

En los yermos laberintos de la tierra
que los intelectuales llaman tercer mundo
en busca del amor
del pan y la justicia
dejan mis hermanos
los brazos, los ojos, las piernas
dispersos
sobre los campos de batalla
para que puedan alimentarse
los accionistas de la industria armamentista,
y que sus hijos puedan ir a la escuela,
que sus esposas puedan lucir
esbeltas, elegantes;
los investigadores puedan perfeccionar
la trayectoria de la balística rompedora,
los gases que roban el oxígeno,
las cepas de los virus más letales,
y los misiles que matan
desde distancias inimaginables

Y sobre esa misma ruta
que trazaron las naves de guerra
vinieron ellas hacia mí?

Ya no recuerdo!

O fuí yo el que me allegué
hasta las enfermeras de rubios cabellos
que blandían una bandera azul
al otro lado de la cortina de fuego?

Tomaban ellas trocitos de abedules
con sus manos muy blancas

Y de araucarias de los bosques del norte
tomaban trocitos
para fabricar los miembros
que los proyectiles nos arrancaban

Y luego nos susurraban dulcemente al oído:
Ahora! Levántate y anda!

Unos pudimos andar de nuevo,
pero otros hermanos míos
ya nunca pudieron hacerlo
por siempre jamás

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