Por la misma ruta donde ahora levanta
su ancha dimensión "la corriente del niño"
trazó como siempre su lúgubre camino
el meteoro otra vez con destructiva planta
Sediento de muerte, furioso, felino
llegado del mar, negro torbellino:
ruina, dolor y llanto, la muerte tanta;
el hambre llega, cunde la desesperanza
Pasó arrastrando al pobre en la riada
implacable castigo, invisible la espada,
jinete del mal, de negras entrañas; de poder antiquísimo
Pero hombre es el que surge de la nada,
el que toma su roca desde el fondo en la vaguada;
a buscar la cima otra vez: somos la estirpe de Sísifo!
tisdag 10 mars 2009
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