tisdag 3 mars 2009

Los amantes discuten filología

Caminaban por las calles somnolientas
del suburbio, en plena hora de la siesta
cuando Emilia
en un arranque de inspiración dijo:
Las palabras, piedras del espacio
se van gastando al correr del tiempo
transformándose,
puliéndose,
haciéndose cada vez más pequeñas
hasta desaparecer como un hálito etéreo
dejando nada más
una leve estela en la memoria;

o para enhebrarse con otras
y hacer cadenas interminables
largas como los hilos de Ariadna
con objeto de sacar a los hombres
de laberintos oscuros!

Abren paso así, de esa manera
a palabras nuevas
que surgen a la luz de la vida…

Son las voces del pueblo cantera inagotable
donde desgránase la lengua
en sartas de cuentas infinitas
de pedrería cada vez más reciente,
piedras preciosas talladas hace poco
esmaltadas a capricho,
por ejemplo de tu garganta que es también
ánfora sonora…!"

(Tomándolo del cuello, ella,
besa a su amado, dulcemente en la mejilla)

Entonces ! Qué es lo exactamente castellano?
preguntó en voz alta el inmemorioso Tilio
luego que fervorosamente, Emilia
afirmara que poetas empujados al exilio
en lo profundo de páramos helados
vindicaban la canción
en lengua madre

Castilla fue,
replicó la interpelada,
donde Castelo levantó el primer castillo
en aquel tiempo, olvidado ya,
que las huestes del godo y visigodo
pactaron las primeras generalidades
con Lobo Castelar al este,
Meregildo Castellón por el oeste,
sobre la península que fue
la Hispania de los Césares
y más tarde
rebautizase a sí misma como España,
surgiendo así lo español.
los españoles,
posterior
a que el árabe audaz preñara
Al - Andaluz de híbrida semilla,
dejando para siempre su múltiple raíz
en la costa ancestral de Andalucía…

Acullá la lengua castellana
se hizo manantial
impetuoso torrencial, colmando
más allá de los límites manchegos…
Institutriz y tutora,
tan hermana de Aragón
como hermana de la escuela de las letras
Catalunya, Valencia, Badajoz, Sevilla…

Impetu creciente que no iba aplacar
hasta que la soldadezca predadora
ávidas de batalla, de poder, de gloria
se lanzaran ola tras ola
al rescate, allende de la mar…

(…Callaron los amantes que discutían
intrincados vericuetos de filología
Miráronse a los ojos,
no hablaron más,
de pasión estremecidos;
tomados lentamente de ambas manos
sumergiéronse en las aguas
opalinas del amor… )

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