torsdag 10 september 2009

Critica

En esta tierra preñada
con silencios de anacoretas;
no nos demos a engaños!;
estamos asistiendo
no a la crisis última de las letras
sino a la crisis recurrente de los letrados
que en su soberbia infinita se creyeron
del cielo ungidos, los bienaventurados.

Y así se daban a cónclaves en exprofeso
muy bien pensados para su propia gloria.

Embelezados en su propio reflejo!

Como el borrico de Campoamor
remolinando su interminable noria
cada vez volvían más fatuos al espejo.

Y en aquel estado
de ingravidez y euforia
preciso era se extraviar
de la ruta de aquellos poetas
que de ese modo trastocaban
no a críticos del sistema
sino autocomplacientes apologetas.

Aquellos fueron al final domesticados.
otros se acogieron a guardianes de gavetas

Alguno llegó hasta la peña esperanzado
de algún hálito de luz en tan tortuoso destino
al oír se decía, el verso ha sido fecundado
en el vientre profundo de un surco latino.

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