Pobre del tirano que quiso
arrancar con bayonetas
la inapagable raíz de Víctor Jara
Moribundo erra Augusto
en la oscuridad esquivo
Huye a lo más hondo
de su oscura madriguera
y la voz del cantor,
inmensa hiedra, tenaz enredadera
por el mundo crece
lozana, imperecedera
Al sátrapa en su agonía
la justicia llama, clemencia clama
y la voz del cantor
se hizo luz de estrella
antorcha incombustible,
ardiente llama
Van los hijos de Chile
andando esos caminos
arrullando las amandas
que enviudó la soldadesca
sembrando de copigües otros campos
incendiando otras pampas con pimientos
acostándose a dormir como el cantor
en cama propia,
despertando después en cama ajena
Ya despiertos
salen afuera
Avistan el porvenir
desde nuevas madrugadas,
con un cigarrito encendido
calentándose la cara
al calor de nuevas buenas
que dicen que la lucha sigue,
que no ha callado el cantor.
fredag 12 juni 2009
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